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Desarrollo
 
Informe Mundial sobre Inversiones 1995

El mesianismo dentro del sistema de la ONU

"Un organismo de investigaciones como el nuestro, no es propiedad de los científicos que trabajan en él sino que tiene un propósito claramente práctico; en este caso, como se trata de un organismo internacional, el de servir al objetivo general de aumentar la racionalidad de las políticas nacionales e internacionales de los miembros. Y no se mantendrá por mucho tiempo si no es razonablemente efectivo en el cumplimiento de este propósito específico", Gunnar Myrdal , 1061.

Por Chakravarthi Raghavan



Gunnar Myrdal, reconocido economista sueco y Secretario Ejecutivo de la Comisión Económica para Europa (CEPE), de las Naciones Unidas, se refirió al trabajo de investigación de la Secretaría de la CEPE en sus escritos de contribución a los "Veinticinco ensayos económicos en honor de Eric Lindahl".

El ensayo (y anteriormente una Conferencia en Memoria de Hobhouse en Londres, 1954) hacía un esbozo del trabajo y las obras del departamento de investigaciones de la CEPE y de sus divisiones de asistencia ejecutiva y técnica. Hoy, tal vez sea lectura obligatoria de investigadores y jerarcas de las Instituciones de Bretton Woods y de la ONU, la Organización Mundial de Comercio (OMC) y las delegaciones oficiales.

Myrdal no era ningún burócrata ni advenedizo, sino un economista de reconocidos méritos (en aquella época ganó el Premio Nóbel de economía). En su ensayo reconoció que la imposición de normas especiales para la labor de investigación llevada a cabo en el marco de la autoridad de organismos políticos (como la ONU y la CEPE), indudablemente pone límites a la absoluta libertad académica, obligando a los investigadores a realizar trabajos siempre "prácticos" y "útiles" y dirigidos a la "la catarsis del análisis libre e independiente en la búsqueda del conocimiento objetivo".

Myrdal rechazó todo tipo de enfoque esquemático e hizo hincapié en la necesidad de tener un "denominador ideológico común" (dentro de las secretarías) basado en "el placer compartido de la diversidad de posibles enfoques intelectuales para un problema científico y la repugnancia por el 'Gleichschaltung' y el conformismo", y, por el contrario, a lograr una filosofía "ecléctica y católica", una búsqueda de la verdad y un método de trabajo que desarrolle un "consensus sapientium".

La ONU de la época de Myrdal y la actual no sólo están a treinta años de distancia; ahora la ONU y sus estructuras económicas son empujadas y arrastradas por poderosos grupos comerciales y otros intereses privados que intentan influir en el pensamiento de los ejecutivos y la secretaría de la ONU, y los gobiernos ricos intentan presionar de manera ilegal reteniendo sus contribuciones para que los demás se ajusten a sus directivas y trabajen en favor de la codicia neomercantilista de los ricos. No es fácil defender el enfoque de Myrdal y es un milagro que tantos dentro del sistema de la ONU todavía lo hagan, pero si no lo hicieran pronto perderían el respeto de los de afuera.

ONU y las Empresas Trasnacionales

La División de la UNCTAD sobre Empresas Trasnacionales e Inversión (UNCTC), creada en la década del 70, que elabora anualmente el Informe Mundial sobre Inversiones, ha tenido algunos tropiezos. La división fue establecida por la Asamblea General de la ONU para llevar a cabo un papel de supervisión de las trasnacionales, y en especial sus efectos sobre el desarrollo de los países en desarrollo.

Pero la sensata retórica de las nuevas órdenes de los 70 y principios de los 80 pronto fue superada por la realidad de la crisis de la deuda del Sur y los condicionamientos impuestos por el FMI y el Banco Mundial, que forzaron a un cambio de dirección hacia el neoliberalismo, más aún después de la caída de la Unión Soviética.

Teniendo que adaptarse a estos cambios, el Centro de las Naciones Unidas sobre las Empresas Trasnacionales (UNCTC) intentó en la Ronda Uruguay persuadir a los países en desarrollo a que tomaran la inversión como tema principal de los servicios, tal vez con la esperanza de que el UNCTC administraría los acuerdos sobre servicios que se firmaran. En esa época, los acuerdos institucionales post-Ronda Uruguay eran bastante abiertos. Pero los países en desarrollo no estuvieron de acuerdo y muchos de los desarrollados se mostraron remisos.

Mientras tanto, el Secretario General de la ONU, Boutros Boutros-Ghali, decidió en primer lugar cerrar esa secretaría, a lo cual se opusieron la Asamblea General de la ONU y las ONGs de interés público. Por último, la secretaría fue transferida y fusionada "como una unidad" en la UNCTAD, donde pasó de tener un papel fundamental de supervisión a defender a las trasnacionales y al neoliberalismo en la inversión, sumándose al Banco Mundial en la defensa de la liberalización unilateral de los sectores de servicios por parte de los países en desarrollo y obligándolos a ello en el Acuerdo General sobre el Comercio de Servicios (GATS).

Mensajes, hechos y opciones

El Informe Mundial sobre Inversiones 1995 continúa esa tendencia de promover a las trasnacionales y su protagonismo en la reestructuración de la economía de los países en desarrollo, e integrarlos a una economía "mundial". Incluso frente al enfoque algo atenuado de Myrdal que predomina actualmente en el sistema de la ONU, cuestiona la objetividad del análisis y hasta los hechos citados en apoyo de la conclusión.

Pero el enfoque mesiánico del informe -y los artilugios computarizados para producir un volumen muy vistoso de 400 páginas con texto, figuras, gráficas y recuadros- de apoyo de las trasnacionales, obvió algunos mensajes, hechos y opciones fundamentales que los procesos intergubernamentales deben enfrentar y resolver. Es una lástima.

La bibliografía de 22 páginas del Informe tiene muy pocas referencias del vasto material académico sobre los aspectos negativos de la "integración" y el desarrollo dirigidos por las trasnacionales, y ninguna referencia a la única experiencia histórica de un régimen de comercio, producción e inversión extranjera totalmente liberalizado, hacia adentro y hacia afuera: la economía del laissez faire que predominó voluntariamente bajo el liderazgo británico en el continente europeo, de 1850 a 1870, y el laissez faire impuesto de manera compulsiva desde 1860 a la década de los 20 en Asia y Africa por el Imperio Británico.

Uno no espera encontrar en el Informe Mundial sobre Inversiones (y en otras publicaciones de la ONU) referencias o discusiones serias sobre libros contrarios a la ortodoxia y a las trasnacionales. Pero tampoco hay siquiera ni una referencia a los propios trabajos de investigación y publicaciones de la UNCTAD -contrarios a la ideología que sustenta el Informe- o a las publicaciones de la ONU sobre la gestión de la economía mundial y los análisis alternativos a los modelos neoliberales del Banco Mundial. De esa manera, se dejan de lado artículos y libros de renombrados economistas con alto mérito académico, como Ajit Singh, Sanjay Lall, David Gordon, Jan Kregel, Paul Bairoch, etc.

Fuentes y verdades a medias

El Informe se basa mayoritariamente, y en cierta medida de manera acrítica, en los informes y artículos de los medios occidentales de propiedad de las trasnacionales (Financial Times, Far Eastern Economic Review y otros por el estilo), ignorando incluso otros medios occidentales con un enfoque un poco más crítico: columnistas como Will Hutton, del London Guardian, por ejemplo.

Esto ha sido tal vez responsable de las verdades a medias y las conclusiones del Informe 1995, cuya tesis es que las trasnacionales y el sistema de las trasnacionales es siempre más eficiente, y por lo tanto más redituable (o al revés), que las empresas nacionales basadas en transacciones de corto alcance.

Pero según una encuesta del Centro de Monitoreo de la Economía India (CMIE), publicada (el 28 de noviembre) en el periódico indio "Economic Times" (de los círculos empresariales), las compañías nacionales han estado obteniendo márgenes de ganancia mucho más elevados que las filiales de las trasnacionales que funcionan en ese país.

Según el informe, una encuesta realizada por el CMIE sobre los registros contables de 302 grandes compañías comerciales de India demostró que las ganancias netas, en proporción a las ventas netas, fueron de 16,3% en 1993-94.

Por otro lado, una muestra de 127 compañías, parcial o totalmente de propiedad extranjera, tuvo sólo una ganancia neta con respecto a las ventas netas, del 12,9%, mientras que el promedio del total de las compañías del sector privado (grandes y pequeñas) logró un porcentaje del 15,3%, lo que implica que las compañías no trasnacionales del sector privado en India tienen un índice mayor.

Las grandes empresas del sector comercial de la India funcionan en el sector básico de la economía de ese país, mientras que la mayoría de las trasnacionales se mueve en el sector más redituable del consumo, donde existe una gran demanda de artículos "extranjeros".

Si se aceptara la lógica del Informe, el sector empresarial y las empresas privadas indias son más eficientes que el sector de las trasnacionales. ¿Correcto?

Las trasnacionales tienden a tener un mayor contenido de importaciones en su producto final, puesto que las traen de sus casas matrices o filiales. Esto forma parte de sus métodos de evasión de impuestos en el país receptor, a través de prácticas de transferencia de precios y otros cargos para trasegar los fondos y así reducir las ganancias netas. Esto puede o no agregarse a los recursos que las trasnacionales movilizan (a escala mundial) y podrían utilizar (que el Informe reivindica como un gran excedente para el sistema de las trasnacionales), pero ciertamente no se agrega a los ahorros nacionales o al bienestar y el desarrollo económico del país receptor, como lo han demostrado muchos estudios, tanto a nivel nacional, regional y macroeconómico.

Y un mal uso de las fuentes

Tomemos otra falla por confiar excesivamente en los informes de los medios de prensa.

En su esfuerzo por destacar el papel superior de las trasnacionales en la generación y transferencia de capital, el Informe Mundial sobre Inversiones (Págs. 143-144) cita como ejemplo el caso de Maruti Udyog Ltd., una fábrica automotriz india (propiedad en partes iguales de la firma japonesa Suzuki y el gobierno indio) y dice "se espera que en los mercados accionarios de India se ofrezca una emisión de acciones públicas para aumentar el capital como forma de ampliar la producción."

"El plan de aumentar el capital en el mercado nacional de capitales debió recibir la aprobación de Suzuki, el socio extranjero, previamente a la emisión, porque Maruti Udyog la consideraba una garantía para el éxito de la emisión", se dice en el Informe.

El Informe extrae sus conclusiones de los "datos" de una historia aparecida en el Financial Times (23 de marzo de 1995). "El apoyo de las empresas matrices puede ser de vital importancia si, a pesar de la buena posición crediticia de una filial extranjera, su acceso a los mercados internacionales de capital está limitado por la posición crediticia del país receptor."

En caso de que se haya citado correctamente el artículo del Financial Times, el periodista demuestra cierta ignorancia de la Ley de Empresas de la India, según la cual la emisión de nuevo capital accionario por parte de una compañía de responsabilidad limitada requiere la aprobación de la mayoría de los accionistas. Existe cierta controversia en India sobre si esto exige una reunión de accionistas o si alcanza con que esté representado el 50% más 1 del Consejo Directivo. En cualquiera de los dos casos, para la nueva emisión se necesita la aprobación de Suzuki, propietaria del 50% de las acciones, de la misma forma que Suzuki (que según el Director en Jefe Maruti, en India tiene más influencia que el gobierno) necesitaría la aprobación del gobierno para una nueva emisión de acciones.

En todo caso, si la emisión de acciones es para el mercado "accionario nacional", ¿de dónde surge la conclusión del Informe o del Financial Times acerca de la necesidad de contar con el apoyo de Suzuki para conseguir una mejor posición crediticia en los "mercados internacionales de capital"?

Es de público conocimiento (y fácilmente comprobable a partir de los informes del Banco de Reservas y de la Junta de Acciones e Intercambios de la India) que en ese país es muy frecuente la suscripción de acciones en exceso de la emisión.

Suzuki y el gobierno de la India

El caso de Maruti Udyog, si bien es más complicado, se puede dilucidar a partir de las respuestas del gobierno en el Parlamento. El Directorio de la compañía presentó para su aprobación un informe sobre un proyecto preliminar para la ampliación de la planta Maruti a un costo de 20.000 millones de dólares. El Directorio pidió al Director Gerente que elaborara estimaciones detalladas para tomar decisiones con relación a la expansión, y vinculado a esto, decisiones sobre cómo se recaudaría el dinero: por venta de acciones, por préstamos o una combinación de ambos. A principios de esta semana todavía no se había tomado ninguna decisión.

Detrás de todo esto están los intentos de Suzuki de asegurar que el nuevo paquete de acciones para subscripción pública no disminuya su participación del 50%, sino que recaiga en la cuota del gobierno: un caso de desnacionalización por la puerta de atrás. El gobierno de India no ha aceptado esta solución, ya que está decidido por igual a que la nueva emisión no reduzca su cuota (del sector público) con respecto a la de Suzuki (con la consiguiente pérdida de control sobre asuntos importantes).

Esto dista mucho de la supuesta superioridad de las trasnacionales con relación a los países receptores en cuanto a la posición crediticia en los mercados internacionales. Y la de la India, que nunca entró en mora y ni siquiera prendó sus reservas de oro para obtener una solución temporaria como para pagar su deuda, tampoco es tan mala, como lo hubiera comprobado el DTCI si hubiera recurrido a la propia división macroeconómica de la UNCTAD, que rastrea ese tipo de cosas.

Podría tratarse tan sólo de dos casos de verdades a medias y conclusiones mal sacadas. Pero, como dice un proverbio indio: "para probar si una olla de arroz está cocida, alcanza con probar tan solo un grano del arroz de la olla."

Gran parte de los ejemplos del informe sobre los efectos positivos de la inversión extranjera directa dirigida por las trasnacionales se refieren a las experiencias de los países industrializados con niveles más o menos similares de desarrollo y de capacidad científica y tecnológica de las empresas, con un alto grado de comercio interindustrial en productos y afines.

Incluso en esos casos, como lo demuestra el ejemplo de la contribución japonesa a la reestructura de la industria automovilística británica, no es un fenómeno de libertad neoliberal para el capital en circulación (invertir y producir lo que quiere y donde quiere, sin ningún tipo de control ni la necesidad de permisos del país receptor).

Prescripciones locales favorables

Más bien, como en el caso de la producción de la industria automovilística japonesa en el Reino Unido o de otros en el campo del consumo electrónico en Europa, el incentivo para invertir y producir desde la Unión Europea se relaciona con los sistemas de impuestos y tarifas para el comercio interno de la Unión Europea, las prescripciones de contenido nacional y las normas de origen de la Unión Europea y las restricciones voluntarias a las exportaciones de la "zona gris" y los acuerdos que la Comisión de la Unión Europea tiene en una amplia variedad de sectores para proteger la producción nacional.

Los esfuerzos similares de industrialización (a través de las trasnacionales) en algunas economías del Lejano Oriente, y el segundo grupo de Países Recientemente Industrializados (PRI) de Asia, también se relacionan con la capacidad de los gobiernos de los países receptores de disponer las prescripciones de contenido nacional (que conforme al acuerdo de la OMC sobre medidas de inversión relacionadas con el comercio, los países en desarrollo debe eliminar gradualmente para el año 2000).

De hecho, la historia de la posguerra en Europa demuestra que las inversiones de las trasnacionales (Estados Unidos) en Europa occidental fueron ayudadas por el Plan Marshal, las barreras comerciales de Europa, las políticas industriales de los gobiernos, la liberalización y la reducción de barreras dentro de Europa. Mientras, se ponían elevados obstáculos comerciales para el resto del mundo, incluso la discriminación con relación a Estados Unidos (una violación del GATT que en ese momento Estados Unidos aceptó). Todo eso, más la vasta capacidad tecnológica dentro de Europa, permitió el ingreso de capital extranjero (para reemplazar la falta de ahorro y de capital en una Europa devastada por la guerra), que se puso en funcionamiento para reproducir la tecnología extranjera e iniciar una nueva producción.

No aplicable en otra realidad

Ese proceso no tiene aplicación en una situación de relaciones desiguales e integración vertical, al que apunta el sistema de las trasnacionales en el mundo en desarrollo. Sólo puede dar algún resultado en economías de enclave de alta vida y pobreza en gran escala.

La única experiencia en el mundo real -de plena movilidad de capital, como factor de producción, de economía del laissez faire y de comercio totalmente liberalizado (el neoliberalismo del consenso de Washington), fue después de 1840, 64 años después que Adam Smith publicara su Riqueza de las Naciones para persuadir a sus compatriotas a adoptar el laissez faire (aun cuando él mismo expresó muchas reservas sobre su filosofía del mercado libre).

Entre 1860 y 1870, Francia y Alemania se unieron a Inglaterra en la práctica de este sistema, pero rápidamente descubrieron que la que se beneficiaba era Inglaterra y su industria manufacturera, y que la suya perdía. Por lo tanto, se retiraron del libre comercio con el Reino Unido (logrando así escapar a las peores inclemencias de la Larga Depresión en Europa).

De 1857 a 1929-30, el laissez faire predominó en el subcontinente indio (actualmente India, Pakistán y Bangladesh), Sri Lanka y Birmania, bajo el imperio Británico. Los flujos de capital, hacia adentro o hacia afuera, no tenían restricciones, del mismo modo que el comercio. La Ley de Patentes británica fue aplicada totalmente en India -de hecho, al año siguiente que se estableció el dominio de la corona. Hay abundantes obras sobre economía que demuestran que esto desindustrializó a India y bloqueó la revolución industrial. Hubo una "modernización" -creación de economías de enclave (en el sector de la agricultura de plantaciones)-, sin vínculos con el resto de la agricultura de subsistencia. Todo eso cambió recién después de la independencia y el activo protagonismo estatal, incluso una participación muy amplia del sector público en la economía.

Y si bien parte del capital británico ingresó a India durante el imperio británico, con destino a inversión en ferrocarriles y otros proyectos para abrir el interior de India al comercio y el intercambio (y ayudar a establecer así el pleno poderío británico), los egresos de capital -debido a condiciones comerciales adversas, al desequilibrio comercial y a las ganancias y remesas de las empresas y funcionarios británicos apostados en India- empobrecieron al país. El resultado fue que cada dos años, en promedio, ocurría una situación de hambruna y el capital se trasladaba de la India, pobre en capital y excedentaria en mano de obra, a Inglaterra, rica en capital y con escasez de mano de obra.

En esa época, a fines del siglo XIX, Estados Unidos era más rico que Europa, pero era un gran receptor de inversiones extranjeras directas (IED), provenientes de Europa (e Inglaterra).

Un drenaje neto Sur-Norte

Las corrientes actuales, en aumento, como lo hace recordar el Informe Mundial sobre Inversiones, de Europa, Japón y Estados Unidos a los países en desarrollo, son realmente un esfuerzo por evadir las restricciones comerciales o las desventajas de abastecer a mercados distantes con bienes del país matriz.

En una situación de libre flujo de capitales (tanto de egreso como de ingreso), hay probabilidades de que se repita la experiencia del siglo XIX, y no hay hechos, sino meras conjeturas y suposiciones del Informe, para una conclusión contraria.

Incluso en las condiciones actuales, como demuestran varios estudios de ONGs para las reuniones post-Rio de la comisión de Desarrollo Sustentable de la ONU, si se tomaran en cuenta todos los flujos (ganancias y remesas, cuotas por tecnología y otras licencias, pagos de las filiales a las oficinas matrices de las trasnacionales por concepto de gastos de administración, remesas por transferencias de precios por insumos importados con precios sobrevaluados y por exportaciones con precios subvaluados a la trasnacional matriz y filiales), existe un drenaje neto de capital y recursos del Sur al Norte.

El UNCTC fue creado originalmente, entre otros organismos, para encargarse de la recopilación de esos datos, tarea difícil pero posible mediante el trabajo de representantes, para controlar a las trasnacionales. En la medida que la División sobre Empresas Trasnacionales e Inversión no lo hizo, obligó a los estudiosos y científicos de fuera y a las ONG vinculadas al tema a recurrir a ciertas aproximaciones, que en cifras absolutas pueden no ser exactas, pero enseñan las tendencias.

El Informe Mundial sobre Inversiones alienta la idea de que con la propiedad intelectual relacionada con el comercio (TRIP), y sus mayores niveles de protección de patente y de derechos de propiedad intelectual, y con las IED de las trasnacionales, los países en desarrollo aumentan su capacidad tecnológica y el sector de investigación, y estarán en condiciones de reestructurar y mejorar su desempeño económico. Esta no es una opinión compartida por especialistas en temas de patente, como Jeremy Reichmann. Otros estudios publicados demuestran que Brasil, con menor nivel de protección de los derechos de propiedad intelectual, recibió más IED que algunos otros países latinoamericanos con mayor nivel.

Fenómenos no tan nuevos

El proceso de "integración a escala mundial" o "globalización", y la "integración" de los países en desarrollo a la economía mundial no es algo totalmente nuevo, ni las trasnacionales son bichos nuevos en la escena: la British East India Co. y otras compañías comerciales europeas de los siglos XVIII y XIX no eran tan diferentes en sus motivaciones, objetivos y todo lo demás.

Tampoco la "integración a escala mundial" es un proceso que pudiera ser pintado en blanco y negro, si bien el negro predomina mucho más en la periferia debido a la incapacidad de los estados nacionales de salvaguardar el interés público y defender la equidad y el bienestar de sus pueblos. Por eso, se apoya en cimientos endebles.

Gunnar Myrdal, aparte de su contribución al discurso económico internacional durante el ejercicio del cargo de primer director ejecutivo de la CEPE, centró sus extensos escritos sobre el desarrollo económico en el tema clave de la "acumulación acumulativa", que demostraba que el libre comercio y las transacciones internacionales y las relaciones económicas, incluso la IED, podían agravar las divisiones en el mundo, en lugar de generar convergencia.

En momentos en que se está preparando la UNCTAD-IX y el tema de la integración a escala mundial, en lugar de promover el Acuerdo sobre Inversiones Multilaterales, que sólo puede polarizar la división Norte-Sur y las comunidades dentro del Norte y del Sur, la DCTI y todas las divisiones de la UNCTAD podrían volver a considerar el tema de la "acumulación acumulativa" de Myrdal -citando a Myrdal- con un consensus sepentium institucional, en lugar de estudiarlo dentro de cada división, para evitar la confusión de los países miembros y los círculos que trabajan en torno al tema del desarrollo.

(Fuente: SUNS)


 

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