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Finanzas
 
Nuevas dudas sobre controles bancarios


La pérdida repentina de 1.000 millones de dólares por parte del Banco Daiwa, de Japón, divulgada a fines de setiembre, alentó nuevas dudas sobre la falta de responsabilidad del sistema bancario mundial.


Los funcionarios del Banco Daiwa en Nueva York quedaron perplejos ante la noticia de que uno de sus colegas, Toshihide Iguchi, que ocupaba un alto puesto gerencial en la ciudad, había acumulado pérdidas por valor de 1.100 millones de dólares en transacciones ilegales durante los últimos 11 años.

Los funcionarios del Daiwa y otros expertos en cuestiones bancarias coincidieron en que era inaudito que una persona que ocupaba un cargo de responsabilidad pudiera haber perdido tanto dinero sin que nadie se percatara.

"Estamos profundamente contrariados porque nuestros controles y procedimientos internos no fueron suficientes para impedir esta acción fraudulenta", declaró Masuhiro Tsudo, gerente general de la filial neoyorquina del Banco Daiwa.

El Ministerio de Hacienda de Japón reaccionó ante el escándalo solicitándole a una institución interina, similar a la Resolution Trust Corporation de Estados Unidos, que asumiera las pérdidas. También propuso utilizar el dinero de la recaudación de impuestos para financiar el quebranto de los bancos a los cuales no se les pagó y apuntalar a los bancos en peligro de incumplimiento.

Pero algunos expertos en asuntos bancarios dudan que el caso Iguchi dé pie a una investigación del mundo financiero, hasta ahora fuera de cualquier tipo de control. Si no se hizo el año pasado, cuando el Banco Barings perdió 1.400 millones de dólares a raíz de las actividades especulativas del funcionario Nick Leeson, ahora parece haber menos condiciones.

"Lo que sucede es que los gerentes no preguntan nada cuando las cosas parecen andar bien", señaló Dough Henwood, editor de la publicación neoyorquina Left Business Observer. "Si los negocios caminan, ellos no vigilan nada", señaló

El presidente del Banco Daiwa, Akira Fujita, declaró a los periodistas presentes en una conferencia de prensa en la sede de la institución en Osaka que "en realidad creímos en él (Iguchi). Creó un sistema en el cual estaba a cargo de todo".

Historia de especulación

Iguchi entró al Banco Daiwa en 1976, después de haber trabajado como vendedor de autos en Estados Unidos; siete años después pasó a desempeñarse como vicepresidente adjunto. Se dice que en ese mismo momento comenzaron sus actividades ilegales en Bonos del Tesoro de Estados Unidos, negocio en el cual perdió unos 200.000 dólares en 1983.

En los 11 años siguientes, según una carta que Iguchi escribió a Fujita en julio, llevó a cabo unas 30.000 transacciones no autorizadas. A pesar de eso, la reputación de Iguchi creció en tanto la filial del Daiwa en Nueva York registró utilidades de más de 100 millones de dólares al año.

Iguchi escondió los registros y fraguó documentos para ocultar la cantidad de títulos vendidos, dijeron las autoridades de Estados Unidos cuando lo acusaron de prácticas bancarias ilegales. Si lo encuentran culpable, Iguchi podría ser condenado a 30 años de prisión y al pago de una multa de un millón de dólares, anunció después de su arresto la fiscal Mary Jo White.

Responsabilidad del banco

Otro tema es cómo el Banco Daiwa ajustará la pérdida, la mayor registrada hasta ahora por una institución financiera japonesa. Muchos banqueros dudan que el Daiwa pueda haber perdido tanto dinero por las transacciones en Bonos del Tesoro de Estados Unidos de un solo agente financiero: cerca de 400.000 dólares por día durante 11 años.

"Me cuesta creer que se haya permitido que transacciones comunes y corrientes como ésas se acumularan durante tanto tiempo", declaró el vicepresidente del Citibank, Larry Duke, al diario británico The Guardian.

Además, la diferencia de dos meses que medió entre que Iguchi informó a sus superiores acerca de las pérdidas y que el Daiwa las comunicó a los agentes fiscalizadores, constituiría una violación de las leyes estatales bancarias de Estados Unidos y Nueva York. Pero la Reserva Federal se niega a hacer comentarios sobre el caso Daiwa o sobre algún otro tipo de sanción para otros banqueros del Daiwa.

Desviando la atención

La fiscal White dijo que el Departamento Federal de Investigaciones, más conocido como FBI, investigará el asunto. También anunció que podría haber otros banqueros involucrados. Pero Henwood duda que los agentes fiscalizadores estadounidenses abandonen la cautela con la que manejan los asuntos en los que intervienen agentes financieros. En general, dijo, "todavía no quieren caer sobre esta gente".

Observadores del escenario del mercado financiero opinan que si bien en los últimos diez años o más se ha desencadenado una sucesión de escándalos de este tipo, a partir de la desreglamentación y liberalización de los sectores de los servicios financieros, y con mayor frecuencia en los últimos años, existe una intención concertada de echarle siempre la culpa al "manejo fraudulento" (como en el caso del BCCI), a "agentes financieros fraudulentos (el caso Lesson), y hay un esfuerzo colectivo por desviar la atención del sistema y evitar cualquier tipo de demanda pública que exija controles y mejores reglamentaciones.

Si bien en la década pasada las autoridades fiscalizadoras de Estados Unidos persiguieron efectivamente algunos agentes financieros que cometieron fraude, como Andrew Krieger, ex director de transacciones del Bankers' Trust, las autoridades de Estados Unidos están satisfechas con que los bancos estén en condiciones de capitalizar cualquier tipo de pérdida, argumentó Henwood. "El sistema bancario estadounidense parece estar en mejor forma que nunca."

La situación de Japón es otra. Tuvo que levantar el fardo de unos 400.000 millones de dólares de deudas incobrables por la crisis que afectó al mercado inmobiliario a fines de los 80. El efecto de las pérdidas del Banco Daiwa, el décimo de Japón y el decimonoveno del mundo, puede perjudicar aún más a las fortunas del país.

Fujita dijo que él y otro alto jerarca del Banco han renunciado al 30% de los ingresos que percibirán en los próximos seis meses, y que varios directores del banco tendrían reducciones salariales de entre un 10% y un 30%. Pero, como señaló Henwood, "eso no bastará para recuperar mil millones de dólares".

(Fuente: SUNS/IPS)



 

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