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Ayuda
 
Congreso de EEUU

Severos cortes
en la ayuda exterior


Los países pobres de Asia, América Latina, el Caribe y Africa del Norte serán los más afectados por los recortes -de hasta 50% en algunos casos- aplicados a la ayuda externa de Estados Unidos.

por Jim Lobe


Si en los próximos meses el Congreso estadounidense de mayoría republicana aprueba las recomendaciones del poderoso Subcomité de Operaciones Exteriores del Comité de Asignaciones de la Cámara de Representantes, la ayuda externa de Estados Unidos a los países pobres de Africa del Norte, Asia, América Latina y el Caribe podría disminuir hasta en un 50% para el año próximo.

El Africa subsahariana sufriría recortes de aproximadamente un 20% en la ayuda bilateral, pero perderá mucho más si Washington restringe las contribuciones al Banco Mundial y a los organismos de la ONU cuyas actividades tienen como destinatarios a los países más pobres del mundo.

El trabajo del Subcomité fue eclipsado por la aprobación en la Cámara de un proyecto de ley de "autorización" de ayuda externa de dos años, que en caso de ser aprobado y firmado con fuerza de ley por el Congreso afectaría seriamente los programas de población y medio ambiente.

Dicho proyecto de ley aboliría la Agencia para el Desarrollo Internacional (AID), de Estados Unidos, impondría un recorte general de la ayuda a los países pobres del orden del 35% y exigiría cambios radicales en la política estadounidense con respecto a Bosnia y China.

Veto y no-veto presidencial

Pero el presidente Bill Clinton ya anunció su veto, y el margen de 222 a 192 con el cual se aprobó la autorización para ser presentada a Clinton no tiene los votos necesarios para levantar su veto. "El proyecto de ley de autorización murió antes de nacer", manifestó un funcionario. Pero el destino del proyecto de ley sobre asignaciones de ayuda exterior, de 1996, en el que tiene jurisdicción el Subcomité de Operaciones Exteriores, es totalmente diferente, porque sin él el gobierno simplemente carecerá de dinero.

"Soy muy escéptica en cuanto al veto a un proyecto de ley monetario, dijo Carolyn Reynolds, activista de InterAction, una coalición de más de 150 grupos estadounidenses de socorro, religiosos y que trabajan en temas de desarrollo. "Eso es lo que nos preocupa actualmente".

"Si (el vocero de la Cámara, Newt) Gingrich quiere jugar duro en esto, el 30 de setiembre pondrá al gobierno contra las cuerdas (cuando culmine el año fiscal 1995)", afirmó un miembro del Departamento de Estado.

Además de la gravedad de la medida del Subcomité, existe el precedente de que la versión final fue aprobada por el miembro demócrata David Obey. Obey estuvo de acuerdo con el proyecto de ley después que logró obtener algo de dinero para gastos militares y antidrogas tanto para Africa como para la Asociación Internacional de Fomento (AIF), el organismo de préstamos blandos del Banco Mundial.

Miles de millones menos

El proyecto de ley de asignaciones destina casi 12.000 millones de dólares en ayuda bilateral y multilateral para el año fiscal 1996, unos 1.700 millones de dólares por debajo de los niveles actuales y 3.000 millones de dólares menos de lo solicitado por Clinton.

Pero, debido a la práctica de "consignar" o fijar niveles de ayuda para países o programas específicos, los países pobres se llevarán la peor parte de los recortes.

Según lo establecido por el proyecto de ley del Subcomité, los 5.000 millones de dólares destinados cada año a Egipto e Israel no serían tocados, mientras que la ayuda a otros países de las regiones del Mediterráneo y el Medio Oriente permanecería más o menos estable. La ayuda militar, los programas de no proliferación nuclear y de control de drogas y la ayuda a Irlanda también salieron relativamente indemnes del Subcomité.

Sensible a las críticas de los demócratas referidas a que los niños de los países pobres serían las principales víctimas de los recortes, el Subcomité pide 484 millones de dólares para un nuevo programa de supervivencia y enfermedad infantil. Como resultado, el 15% de reducción de la ayuda total será soportado por casi todos los demás programas.

El Fondo de Desarrollo para Africa (DFA), para el que se aprobaron 802 millones de dólares para este año, en 1996 los verá reducidos a 528 millones de dólares. No obstante, el Subcomité decidió que aproximadamente 130 millones de dólares del nuevo programa de supervivencia infantil se destinarán a Africa y podrían ser considerados parte del DFA.

La ayuda para programas de población y salud de la mujer, para los cuales Clinton había pedido 450 millones de dólares para el año próximo, fue eliminada y se juntó con la asistencia bilateral para el medio ambiente en un fondo de 669 millones de dólares para todos los programas de desarrollo fuera del DFA. Ese total asciende a unos 500 millones de dólares menos de lo que Clinton había pedido.

Recortes para la ONU

Más dramática aun fue la arremetida del Subcomité contra las organizaciones multilaterales. Si bien se incluye en el proyecto una contribución de 100 millones de dólares al Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) en el programa de supervivencia infantil, el grupo destinó sólo 155 millones de dólares para todos los demás organismos de la ONU. La administración Clinton había solicitado por lo menos el doble.

De los 155 millones de dólares, el Subcomité sugirió que el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) recibiera unos 100 millones de dólares, el Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) unos 30 millones de dólares, y el Fondo de Población de Naciones Unidas unos 25 millones de dólares.

Esas asignaciones dejarían a la Organización Internacional de Trabajo y a muchos otros organismos sin cobertura.

Africa menos que con Bush

El Banco Mundial y algunos de sus afiliados también están seriamente amenazados por los recortes del Subcomité. Las contribuciones de Estados Unidos a la AIF descenderían de 1.200 millones de dólares aprobados el año pasado a sólo 574 millones de dólares para 1996, 700 millones de dólares menos que las contribuciones realizadas por el ex presidente republicano George Bush.

La AIF presta sólo a los países más pobres del mundo, y aproximadamente la mitad de los 3.000 millones de dólares anuales que supuestamente desembolsa van para Africa. Una reducción de las contribuciones de Estados Unidos -aproximadamente el 20% del total- podría desencadenar más recortes de otros donantes.

Si bien se mantienen las contribuciones en los niveles requeridos por los bancos multilaterales regionales para América Latina y Asia, el Subcomité "llevó a cero" la contribución de Washington al Fondo de Desarrollo Africano, el servicio financiero de préstamos blandos del Banco de Desarrollo Africano.

Pero el Subcomité no se detuvo allí; también reclamó la eliminación de la contribución de 25 millones de dólares de Estados Unidos a un servicio financiero especial del Fondo Monetario Internacional que ofrece créditos a los países pobres que están reformando sus economías.

En el mismo sentido, el grupo reclamó reducir la contribución de Estados Unidos al Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM) de 110 millones de dólares a 50 millones. El FMAM brinda créditos a los países pobres que enfrentan problemas como el agotamiento de la capa de ozono, la pérdida de la biodiversidad y el calentamiento de la atmósfera.

Fuente: SUNS/IPS

 

Ayuda externa en baja

Naciones Unidas - Durante la segunda mitad del mes de junio, un alto funcionario del gobierno japonés dio un sombrío pronóstico sobre la situación de la ayuda externa prestada por los países más ricos del mundo.

"Según mi opinión, la gravedad se está profundizando", dijo Hiroshi Hirabayashi, director general del Departamento de Cooperación Económica del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón.

Hirabayashi comunicó a delegados y jerarcas de la ONU que la asistencia oficial para el desarrollo (AOD) repartida por 22 países en 1994 volvió a sumergirse, continuando una tendencia a la baja de la ayuda exterior a los países en desarrollo.

Según el funcionario japonés, la AOD como porcentaje del Producto Nacional Bruto (PNB) cayó a un promedio del 0,29% en 1994, comparado con el 0,31% de 1993.

Aproximadamente dos tercios de la AOD es de carácter bilateral, es decir que se da directamente de un gobierno a otro. El tercio restante es ayuda multilateral, canalizada a través de organizaciones internacionales y organismos de la ONU. En 1993, la AOD general era de 56.000 millones de dólares, 8% por debajo de los 61.000 millones de dólares de 1992.

Hirabayashi, miembro del Comité de Asistencia para el Desarrollo de la OCDE, declaró que el Comité ocuparía el resto de 1995 intentando revertir la tendencia a la baja. "Existe mayor conciencia de la necesidad de revertir esta tendencia", dijo Hirabayashi. "El Comité decidió que el año que viene empezará a buscar ideas para concebir una nueva estrategia que asegure recursos para el desarrollo en los próximos años (...) La orientación y las estrategias políticas pueden esperar; debemos revertir la tendencia negativa de la ayuda", expresó.

Sólo Japón y tres países de Europa del Norte aumentaron su AOD en 1994. La ayuda japonesa aumentó de aproximadamente 11.300 millones de dólares en 1993 a unos 13.200 millones el año pasado.

Estados Unidos, que en 1993 fue el segundo donante de importancia en términos nominales después de Japón, pasó a ser el último de la lista de 21 países al calcular la ayuda como porcentaje del PNB. Las perspectivas de futuras partidas de ayuda estadounidense son sombrías, dado el ánimo de los legisladores conservadores de Washington de recortar los gastos para ayuda.

Promedialmente, el 0,29% del PNB en ayuda prestado por los países industrializados en 1994 es menos de la mitad del objetivo del 0,7% aceptado hace 25 años. Sólo cuatro países -Dinamarca, Holanda, Noruega y Suecia- cumplieron con esa meta en 1992 y 1993.

El funcionario japonés -recién llegado de la Cumbre de Halifax del Grupo de los 7 países industrializados- aseguró que el Comité trataría de conseguir el aporte de nuevos donantes. "Es necesario alentar a los donantes nuevos a que sean donantes parciales, si bien conservando su carácter de beneficiarios", expresó Hirabayashi, haciendo referencia a Corea del Sur e Indonesia y otros miembros de la Asociación de los Países del Sudeste Asiático (ASEAN) como futuros prestadores de ayuda.

El funcionario nipón aseguró que, para tal fin, Japón estaría en la delantera alentando una cooperación técnica Sur-Sur.

Al mismo tiempo, Hirabayashi dijo que el Comité estaba estudiando una lista de países en desarrollo elegibles para recibir AOD.

Japón propuso nuevos criterios para recibir ayuda, incluso un "índice personal del desarrollo" que incluye promedio de expectativa de vida, tiempo medio de educación y tasa de analfabetismo, mejor gobierno, menos gastos en armamentos y menos corrupción.

Fuente: SUNS/IPS


 

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