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Medio Ambiente
 
Los bosques y sus especies

En debate medidas
contra depredación


Londres - La Agencia de Investigación Ambiental (AIA), un grupo independiente con sede en ésta capital, en un informe dado a conocer en abril último, afirma que es necesaria una Convención Internacional sobre Bosques porque la industria de productos forestales y maderables está "totalmente fuera de control y obstruye todo esfuerzo por promover la reglamentación internacional".

El documento de la AIA afirma que el consumo excesivo y dispendioso de productos derivados de la madera por parte de los países ricos es el motor del comercio de dichos productos, que se estima en un valor de 400.000 millones de dólares por año.

Estados Unidos es el mayor importador mundial de productos forestales y consume alrededor de 14.700 millones de dólares por año: 17% de la producción mundial, a pesar de tener sólo el 5% de la población del planeta. Le siguen en ese rubro Alemania, Japón y Gran Bretaña.

Se estima que la deforestación tropical sola alcanza a 17 millones de hectáreas por año, tres veces la superficie de Suiza, según el presidente de AIA, Allan Thornton. "La creciente toma de conciencia pública de las amenazas planteadas por la destrucción forestal no ha sido acompañada de una acción internacional efectiva para combatirlas", dijo.

"Las iniciativas emprendidas desde la Conferencia de Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo (CNUMAD) están dirigidas primordialmente por el deseo de la industria forestal internacional de proteger su acceso irrestricto a los mercados mundiales," agregó.

La AIA cree que un convenio sobre bosques ofrecería un marco legalmente obligatorio para la conservación y uso preventivo de los bosques por todos los signatarios, que se aprobaría ya sea como protocolo en el marco de la Convención de Diversidad Biológica, o como un acuerdo único. Tres comisiones, integradas por países miembros, lo dirigirían desde los puntos de vista científico, de su puesta en vigor y legislativo.

Pero la propuesta no consigue el apoyo de otros grupos ambientalistas británicos o de la propia industria. Tanto Amigos de la Tierra, que está representada ante la Comisión de Desarrollo Sustentable de la ONU, como la Federación del Comercio de Madera (TTF) consideran que es prematuro hablar de un convenio.

"Si bien podría resultar útil, mucho tememos que cualquier convenio que surja en una primera etapa de las discusiones seguramente servirá a los intereses de la industria, ya que actualmente todo el debate sobre deforestación está planteado por gobiernos tales como Canadá y Malasia, cuyo enfoque es conocidamente anticonservador", dice el integrante de Amigos de la Tierra a cargo de las campañas sobre bosques, Simon Counsell.

Michael James, vocero ambientalista de TTF, que representa a 500 miembros del comercio de importación británico, descarta un convenio por considerarlo una mala idea en la medida que es demasiado restrictivo.

Sugiere en cambio una certificación internacionalmente acordada para la acumulación de madera proveniente de fuentes bien manejadas y sustentables, y una autoridad internacional que supervise todo el comercio de madera.

Actualmente, dice, quedan demasiados resquicios por las iniciativas adoptadas, por ejemplo, por la Organización Internacional de las Maderas Tropicales, que buscan promover la madera tropical y a la vez alientan su uso sustentable.

Fuente: SUNS/IPS


 

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