Comercio
 

Supachai intenta inspirar confianza

Si bien hubo algunos plazos importante que no se cumplieron, entre ellos el de las modalidades para la agricultura, las reuniones del Comité de Negociaciones Comerciales (CNC) de la primera semana de abril concluyeron con un mensaje de intenciones renovadas de culminar las negociaciones comerciales en marcha conforme a los plazos establecidos por Doha. El director general de la Organización Mundial de Comercio (OMC), Supachai Panitchpakdi, procuró inspirar confianza en las conversaciones de comercio en curso, a pesar de los plazos incumplidos y del creciente trabajo pendiente desde ahora hasta Cancún. En una conferencia de prensa subrayó que el trabajo de la Conferencia Ministerial de Cancún también había sido fijado en la declaración de Doha y los ministros realizarían una evaluación y ofrecerían orientación política para culminar las negociaciones puntualmente y adoptar decisiones toda vez que sea necesario en términos del mandato de Doha.

La intención de Supachai es trabajar con los miembros, los grupos de negociación y el Consejo General de la OMC para simplificar lo más posible -en especial en sectores en que los ministros deben adoptar decisiones- y tener plenamente informados a los ministros y las capitales antes de la reunión de Cancún.

Tal vez en respuesta a los temores de varios países en desarrollo de que las potencias y la Secretaría intenten reiterar el proceso preparatorio de Doha, y de las quejas de falta de transparencia, Supachai declaró: "No queremos que las delegaciones se encuentren con sorpresas en Cancún".

Supachai indicó que celebraría otra reunión del CNC en junio, y que seguramente Egipto realizaría una reunión ministerial de un pequeño grupo de países -como en Sydney y Tokio- en junio o julio, mientras que las cuestiones también se analizarían en la reunión de los ministros de comercio de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Según Supachai, la decepción por los plazos incumplidos estaba superada y todos estaban dedicados al programa de trabajo y comprometidos con los plazos de Doha y la culminación de las negociaciones para 2004. "Las verdaderas negociaciones están comenzando", afirmó Supachai, y las comparó con la Ronda Uruguay en que se fueron añadiendo cosas por el camino y se fue interpretando el mandato. Se mostró confiado de que antes de Cancún se lograrían acuerdos sobre la aplicación del párrafo 6 de la declaración de Doha sobre el Acuerdo sobre TRIPS y la Salud Pública, y que se mantenía personalmente en contacto con las empresas farmacéuticas por lo que tenía confianza en que se lograrían acuerdos para asegurar que los sectores pobres accedieran a los medicamentos esenciales.

Aunque la guerra contra Irak creó incertidumbre y hubo divisiones, para Supachai todos estuvieron de acuerdo en tratar de ver el comercio como un medio importante de lograr reunir a los países para resolver la gestión del proceso de paz. Pero se le recordó que la guerra había asestado dos duros golpes a los sistemas de derecho internacional y de la propiedad.

Uno fue que George W. Bush y Tony Blair rompieron la Carta de las Naciones Unidas para ir a la guerra. Los planes de Estados Unidos por apoderarse y utilizar los fondos y la propiedad iraquí secuestrada por la ONU, y utilizar los fondos iraquíes -en la ONU bajo el programa de venta de petróleo por comida-, así como las ventas de petróleo de Irak para la reconstrucción del país mientras estaba ocupado militarmente fueron un golpe al otro pilar del sistema internacional, la base misma de las relaciones entre los estados y el derecho de propiedad privada internacional que evolucionaron desde Westphalia.

Por otro lado, varios países en desarrollo temen que si bien a cierto nivel hubo profundas diferencias entre las grandes potencias en cuestiones de guerra y paz, también hay signos de que los países del Grupo de los Cuatro, y en particular el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick, y el Comisario de la Unión Europea, Pascal Lamy, intentan mantener esas diferencias fuera de la OMC. Esos países temen que así como en 1992 y 1993 Estados Unidos y la Unión Europea hicieron un trato y luego obligaron a todos a aceptarlo, podrían estar tramando lo mismo, en especial porque los cargos de Lamy y Zoellick terminarían a fines de 2004 y querrían culminar las conversaciones exitosamente mientras están en funciones. Lo mismo podría ocurrir con Supachai, cuyo cargo expira en agosto de 2005 y no puede ser renovado.

Supachai respondió indirectamente a esto diciendo que él aseguraría que no se repetirían los acuerdos de Blair House que marcaron el final de la Ronda Uruguay.

No quedó claro si la confianza que procuró inspirar Supachai fue sólo un tiro al aire o se basó en la información que recibió. Como dijo un embajador de un país en desarrollo: "La geopolítica puede ayudar al comercio, pero es difícil creer que el comercio ayude a la geopolítica en esta coyuntura".


 

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