Comercio
 

Agricultura

Estados Unidos revela sus propuestas de reforma "mercantilista"

El autor analiza los posibles motivos que se esconden detrás de las propuestas recientemente debatidas por Estados Unidos para reducir drásticamente los aranceles y subsidios agrícolas.

Por Chakravarthi Raghavan

Estados Unidos ha revelado sus propuestas de reforma del comercio agrícola que abarcan a los sectores de subsidios a la exportación, acceso al mercado (aranceles) y apoyo interno. En una lectura preliminar, las propuestas parecen dirigidas a proteger su propio mercado y sus grandes comerciantes agrícolas (como Cargill), mientras fustiga a Europa y Japón -por su apoyo interno y subsidios a las exportaciones- atacando y eliminando los subsidios de "compartimento azul", y a los mercados de los países en desarrollo -que no pueden brindar apoyo interno de "compartimento verde"- imponiendo reducciones drásticas a sus protecciones arancelarias.

Los términos "compartimento verde" y "compartimento azul" se utilizan ampliamente en discusiones corrientes -e incluso en la OMC- pero no están mencionadas en ningún lugar en el Acuerdo sobre Agricultura de la OMC. Los subsidios de compartimento verde son los incluidos en el Anexo 2 del Acuerdo sobre Agricultura (medidas de apoyo interno exentas de compromisos de reducción), y los subsidios de compartimento azul comprenden aquéllos (mayormente y ampliamente utilizados por la Unión Europea) contemplados en el Artículo 6.5 del Acuerdo, pero que, nuevamente, no están sujetos a compromisos de reducción.

Las propuestas de Estados Unidos son a la vez una especie de desafío a la Unión Europea y Japón para que enseñen sus cartas, y un intento de entrar en esos mercados y mantener al Grupo Cairns de países agrícolas exportadores -tratando de repetir el escenario de la Ronda Uruguay- del lado de Estados Unidos en las conversaciones agrícolas de la OMC. Las propuestas fueron anunciadas el 25 de julio por el Representante Comercial de Estados Unidos, Robert Zoellick.

Los planes de Estados Unidos fueron revelados el 26 de julio en Japón, en una reunión de dos días de algunos ministros de agricultura, y fueron presentados oficialmente la semana siguiente en las consultas informales de la OMC. Estados Unidos ya los había dado a conocer en Ginebra a delegaciones clave y a los medios de difusión.

En la OMC, Estados Unidos ha sido reiteradamente asediado por un coro de protestas sobre su recientemente aprobada ley agrícola que aumenta el apoyo interno a ciertos productos clave, y ha sido acusado de incumplir su papel de "liderazgo" en la promoción del "libre comercio". Esta última acusación ha sido principalmente dirigida por el Grupo Cairns, en especial Australia, Canadá y algunos de los miembros latinoamericanos del grupo.

Las propuestas de Estados Unidos, tal como las explica en su documento, implican:

* Eliminar los subsidios directos a la exportación y de los monopolios sobre las exportaciones (como los que tienen las empresas estatales comerciales), con ciertas "disciplinas reforzadas" mínimas sobre algunos programas de créditos a la exportación (pero no como los de Estados Unidos, en los cuales los créditos a la exportación se mezclan con la ayuda alimentaria).

* Simplificar el apoyo interno poniendo fin a las excepciones de compartimento azul, reduciendo el techo de apoyo interno "distorsionador del comercio" permitido a cinco por ciento del valor total de la producción agrícola de un país, y manteniendo la disposición de minimis (que numerosos países en desarrollo, con agricultura de subsistencia y gran desempleo rural, desean elevar). No obstante, Estados Unidos desea mantener los subsidios de compartimento verde –los abarcados en el Anexo 2, el apoyo presupuestario directo no vinculado a la "producción".

* Reducir los aranceles utilizando una fórmula que rebajaría los aranceles elevados más que los aranceles bajos, y con un recorte de los aranceles de un promedio máximo de 25 por ciento. Deben eliminarse todos los aranceles "contingentarios", ampliarse los contingentes arancelarios a 20 por ciento, reforzarse las disciplinas sobre administración de los contingentes arancelarios, eliminar las "salvaguardias especiales" en agricultura (que han sido invocadas sólo por los países industrializados que habían convertido todas sus anteriores restricciones no arancelarias a las importaciones en aranceles elevados en el marco del llamado proceso de arancelización), y eliminar el control monopólico de las importaciones por parte de las empresas estatales comerciales.

En Japón, para la reunión de los ministros de agricultura, el Comisario de Agricultura de la Unión Europea, Franz Fischler, desestimó a través de un vocero las propuestas de Estados Unidos por "incoherentes", contrarias a lo que hace Estados Unidos, y porque no les dicen a los demás cómo abriría Estados Unidos sus propios mercados.

Sobre el enfoque de reducción arancelaria de Estados Unidos, la Unión Europea también dijo en Japón que el método sugerido en las propuestas de Estados Unidos es "totalmente inaceptable para todos, incluso para los estadounidenses" y que están proponiendo esto sabiendo que los demás lo rechazarán.

Si bien Estados Unidos y Europa se lanzan acusaciones entre sí, también resulta evidente que ambos se mueven en el sentido de repetir el escenario de la Ronda Uruguay, donde los otros miembros les pedirían que resolvieran sus diferencias y, en la medida que aparentemente accedan a eso, al final de la actual ronda de conversaciones ambos podrían lograr un tipo de acuerdo que garantice su control sobre los mercados exportadores y preserve sus mercados internos.

No obstante, a diferencia de la Ronda Uruguay, en que Estados Unidos y el Grupo Cairns estaban de un lado y la Unión Europea, Japón y otros miembros proteccionistas agrícolas importantes del otro, mientras que el grupo de países en desarrollo no participaba activamente, ahora un grupo de importantes de estos países con gran desempleo rural y agricultura de subsistencia comienza a identificar sus propios intereses, aunque todavía debe formular una propuesta general cohesiva para las negociaciones de la OMC.

Los diplomáticos comerciales de varios países en desarrollo que pertenecen a este último grupo dijeron que necesitaban estudiar las propuestas en mayor detalle, pero que no se apurarían a dar su respuesta de rechazo o aprobación. Los primeros comentarios que hicieron, dijo uno de ellos, simplemente permitieron a los otros "esconderse" detrás y culparlos a ellos. (SUNS)


 

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