Comercio
 

Comercio de servicios

Advertencia al Sur en desarrollo

Los países en desarrollo no deben aceptar, sin contar con estudios apropiados, nuevos compromisos en las negociaciones para liberalizar el comercio de servicios, advirtió el experto Chakravarthi Raghavan en el libro Developing countries and services trade, mientras se acortan los plazos de la Organización Mundial de Comercio (OMC) para alcanzar un acuerdo en la materia.

El investigador y analista comercial Chakravarthi Raghavan recomendó en el libro Developing countries and services trade (Países en desarrollo y comercio de servicios) que las naciones del Sur eviten nuevos compromisos en la discusión inicial sobre directrices y modalidades para la ronda de negociaciones del sector en la Organización Mundial de Comercio (OMC). El rubro servicios comprende, entre otros, la banca y los seguros, las telecomunicaciones, la información, la educación, el transporte, el turismo, la energía, el agua y la salud.

Corresponde ahora que los países industrializados abran sectores y formas de suministro de servicios que interesan a las exportaciones de los países en desarrollo, argumentó Raghavan, editor de SUNS, un boletín especializado en temas de comercio y desarrollo.

El abuso de regulaciones para el acceso a los mercados de los países ricos también fue criticado en julio por el ministro de Comercio de India, Murasoli Maran, quien opinó que esas barreras bloquean el crecimiento del sector de servicios en los países en desarrollo. Se reanuda así el debate sobre las negociaciones para la liberalización de los servicios, pues el 30 de junio se cumplió el plazo de los países miembros de la OMC para presentar sus aspiraciones de apertura de mercados de sus socios comerciales. El próximo plazo de las negociaciones se cumplirá el 31 de marzo de 2003, cuando los 144 estados partes de la OMC deberán declarar qué ofertas están dispuestos a conceder.

Estados Unidos y la Unión Europea, que en conjunto representan 70 por ciento de las exportaciones de servicios, se mostraron entusiasmados por el advenimiento de la nueva fase de negociaciones.

El mayor interés de los países en desarrollo se concentra en la modalidad de provisión de servicios mediante el desplazamiento de personas físicas de un país a otro, una forma que las naciones industriales procuran evitar. Los limitados compromisos contraídos sobre la provisión de servicios a través del movimiento natural de personas han quedado prácticamente anulados en los países ricos por las restricciones a la inmigración, así como por los exámenes "requeridos", señaló Raghavan.

El traslado temporal de trabajadores hacia el Norte industrial puede entrañar el beneficio de la apertura de mercados superiores a los derivados de la tradicional liberalización comercial, afirma un manual sobre desarrollo, comercio y la OMC, divulgado por el Banco Mundial. El desequilibrio creado por las barreras a la inmigración puede superarse mediante un proceso externo de arbitraje a las restricciones de visas, con la posibilidad de excepciones en casos que afecten la "seguridad nacional", sugirió Raghavan.

Los países industrializados también pueden adoptar medidas que alienten a empresas y oficinas estatales a importar servicios de los países en desarrollo, propuso el analista. Pero en ningún caso, los países en desarrollo deberían asumir otros compromisos sin que antes se resuelva la falta de información sobre el mercado de los servicios, puntualizó.

Raghavan atribuye a la ausencia de información concreta o datos precisos, el mayor perjuicio que sufrieron los países en desarrollo en las negociaciones comerciales multilaterales de la Ronda Uruguay (1986-1994) sobre acceso a los mercados en el sector de servicios. Aquel proceso se llevó a cabo sin la ayuda de dato alguno que permitiera a los participantes comprender las consecuencias y evaluar costos y beneficios de lo que negociaban, arguyó. A diferencia de las negociaciones en el comercio de mercancías, en el área de servicios no hubo siquiera información aproximada para evaluar las concesiones que se intercambiaban. La federación mundial de sindicatos Internacional de Servicios Públicos (ISP) observó en un documento que la propia OMC reconoció esa falta de información en un informe sobre servicios sociales y salud.

El obstáculo de la negociación "a ciegas" persiste para los países en desarrollo, porque las iniciativas emprendidas luego de concluida la Ronda Uruguay para llenar ese hueco informativo tampoco tuvieron éxito, dijo Raghavan. (IPS).


 

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