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Finanzas
 

Bancos del BIS siguen enviando fondos a Asia

Según un informe del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por su sigla en inglés)*, en el período que abarca hasta el 30 de junio de 1997 los bancos de su zona de influencia siguieron prestando dinero a prestatarios de países fuera de la institución.

Por Chakravarthi Raghavan

A pesar de que existían evidencias de una creciente tensión en varios sistemas financieros locales debido a las sacudidas de la crisis monetaria que afectó a la República Checa y a Tailandia, los bancos del BIS siguieron enviando dinero a prestatarios de países fuera de su zona de influencia, señala un informe del organismo sobre préstamos de la banca internacional en el período que abarca hasta el 30 de junio de 1997. El informe hace un análisis desglosado de los vencimientos así como de la distribución sectorial y por país de los préstamos de la banca internacional, y señala que hubo un aumento de préstamos a corto plazo a naciones asiáticas y europeas del Este, a diferencia de una tendencia a la baja en este tipo de préstamos para América Latina. Los bancos fueron también dinámicos en la adquisición de activos "no tradicionales" tales como los mercados de monedas locales de mayor rentabilidad y títulos de deuda. También hubo un aumento de los préstamos a agentes privados no bancarios que alcanzó el 45 por ciento a fines de junio de 1997.

¿Acaso los bancos hicieron préstamos de tanto riesgo y siguieron enviando dinero porque ignoraban los peligros o porque tenían la certeza de que no tendrían que pagar ningún ajuste o precio? Es difícil argumentar que los bancos de la zona de influencia del BIS no estaban al tanto de los problemas, dado que en informes anteriores de principios de 1997 el propio BIS había llamado la atención sobre la forma en que se estaban prestando fondos a prestatarios de las economías emergentes, con poca o ninguna bonificación, y había cuestionado esta situación. En otro informe de noviembre de 1997, el BIS señaló que incluso antes de la crisis de octubre había indicios de crecientes tensiones en el sistema financiero mundial durante el tercer trimestre de 1997. Este fue el período en que tanto el director gerente como el personal del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial hacían declaraciones tranquilizadoras en público. Y si bien en noviembre el BIS consideró que la situación era de tensión, desde entonces los informes de los medios de difusión occidentales y las autoridades de Estados Unidos y Europa han intentado disfrazar la crisis, con un dejo racista, presentándola como una "crisis regional" -producto del tráfico de influencias, de medidas gubernamentales desacertadas y de otras cosas por el estilo- y desestimando las "implicaciones sistémicas".

El BIS no toma ninguna posición ni pregunta qué hicieron los reguladores bancarios de los países de la zona del BIS frente a esos préstamos. ¿O es que el mundo industrializado predica el laissez faire para los sistemas financieros del mundo en desarrollo -utilizando las Instituciones de Bretton Woods y la OMC para ello- pero no lo practica para sí cuando se trata de los intereses de sus propios bancos y de que se sometan a las disciplinas del mercado? ¿Acaso los bancos privados siguieron adelante, convencidos de que en el "sistema de mercado", tal como se practica en Occidente, los bancos serían rescatados por sus gobiernos, que utilizarían al FMI para forzar a los gobiernos de los países prestatarios a asegurar el pago a los extranjeros, aun cuando los contratos fueran entre los extranjeros y los actores privados del sector no bancario?

Alcance de los préstamos y los deudores

Como dejó en evidencia el caso de Corea del Sur, incluso el sistema de información del BIS parece incapaz de captar el pleno alcance de los préstamos y los deudores. Y como precio por renovar las deudas de corto plazo de Corea, los bancos japoneses insisten en que el gobierno coreano asuma la responsabilidad y garantice el pago para que este monto pueda ser sustraído de la obligación del banco japonés de alcanzar, conforme a las normas del BIS, un índice de suficiencia de capital del ocho por ciento.

El paquete del FMI parece permitir esta "indisciplina del mercado". En el "mundo financiero globalizado" los préstamos otorgados por bancos del BIS a filiales de empresas que si bien son de zonas fuera de su influencia operan en su zona de influencia, no aparecen ni en las cuentas de la zona fuera del BIS ni en la zona del BIS. Y cuando sobrevino la crisis, el pasivo de esas filiales que operan en la zona del BIS así como los empréstitos de los bancos dentro de la zona del BIS, se convirtieron en pasivo fuera del BIS, que los coreanos (y los tailandeses, indonesios y demás) tuvieron que asumir y pagar.

A fines de junio de 1997, el monto total de préstamos pendientes concedidos por bancos de la zona de influencia del BIS a prestatarios fuera del BIS, ascendía a 1.054.862 millones de dólares, de los cuales 178.160 millones le correspondía a bancos alemanes, 172.694 millones a bancos japoneses, 131.020 millones a Estados Unidos, 100.191 millones a Francia y 77.812 millones al Reino Unido. De los préstamos por valor de 744.552 millones concedidos a los países en desarrollo, 275.267 millones fueron para los bancos, 115,591 millones para prestatarios del sector público y 352.894 millones para prestatarios privados fuera del sector bancario. Excluidos Hong Kong y Singapur (centros offshore), del total de los 389.441 millones de dólares en Asia, 171.296 millones fueron para el sector bancario, 28.981 millones para el sector público y 188.836 millones para el sector privado no bancario. Hong Kong y Singapur percibieron respectivamente un total de empréstitos de 222.289 millones de dólares (143.974 millones para bancos, 1.215 millones para el sector público y 75.291 millones para el sector privado no bancario), y 211.192 millones (174.874 millones para bancos, 1.031 millones para el sector público y 3.5085 millones para el sector privado no bancario).

La deuda de Corea del Sur aparece con una cifra de 103.432 millones de dólares, de los cuales 67.290 millones fueron para bancos sudcoreanos, 4.390 millones para el gobierno y 31.680 millones para el sector privado no bancario. No obstante, las declaraciones de Corea del Sur en diciembre daban a entender que los empréstitos de empresas sudcoreanas no bancarias en el exterior, en especial de sus subsidiarias, no están incluidos en los datos. En el caso de Tailandia, los datos del BIS demuestran que del total de 69.382 millones de dólares, 26.069 millones fueron para el sector bancario, 1.968 millones para el sector estatal y 41.262 millones para el sector no bancario. Para Indonesia, de un total de 58.726 millones de dólares, 12.393 millones fueron para el sector bancario, 6.506 para el gobierno y 39.742 millones para el sector no bancario. China figura con empréstitos por valor de 57.922 millones de dólares, de los cuales 24.700 millones es de los bancos, 7.656 millones del sector estatal y 25.562 millones del sector privado no bancario. Taiwan tiene un total de 25.163 millones de dólares, de los cuales 15.497 millones son de los bancos, 398 millones del sector público y 9.251 millones del sector privado no bancario.

Para América Latina, del total de 251.086 millones de dólares, 59.554 millones fueron para el sector bancario, 64.354 millones para el sector público y 126.784 millones para el sector privado no bancario. Tomando a los países individualmente, Argentina tiene una deuda total de 44.445 millones de dólares, de los cuales 8.756 millones es de los bancos, 10.071 millones del gobierno y 25.628 millones del sector privado no bancario. Del total de 71.118 millones de dólares en préstamos a Brasil, 21.902 millones son de los bancos, 16.300 millones del gobierno y 32.865 millones del sector privado no bancario. México tiene una deuda por un total de 62.072 millones de dólares, de los cuales 11.679 millones son de los bancos, 22.113 millones del gobierno y 28.266 millones de actores privados no bancarios. La deuda de Chile asciende a 17.573 millones de dólares, de los cuales 2.960 millones son de los bancos, 1.730 millones del gobierno y 12.883 millones de privados no bancarios.

En términos de vencimiento, en Corea del Sur la deuda a corto plazo aumentó de 67.506 millones en diciembre de 1996 a 70.182 millones de dólares en junio de 1997. Las cifras respectivas para otros países de la ASEAN son: Tailandia, de 45.702 a 45.567 millones; Indonesia de 34.248 a 34.661 millones; Malasia de 11.178 a 16.269 millones.


 

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